Las barreras dinámicas son un sistema de protección “pasivo” frente a los desprendimientos de rocas; ya que no evitan que se produzca en origen, pero impiden que llegue a impactar el bloque desprendido contra otras estructuras, instalaciones, vehículos o personas en su trayectoria. Son las únicas estructuras certificadas mediante ensayos de impacto directo y rangos de capacidad de absorción de energía. Basan su funcionamiento en esa capacidad de absorción de la energía cinética del bloque desprendido, gracias a la deformación de la misma; sobre todo a través del sistema de frenado. Su dimensionado se define por la altura de la barrera (de 2 a 8 m) y por su capacidad de absorción de energía (de 250 KJ a 5.000 KJ). Su estructura se compone de: postes metálicos anclados al terreno, panel de red de cable o anillos que unen los postes, cables que constituyen el marco que sostienen los paneles, vientos de unión entre los postes y los anclajes de monte, y disipadores, que forman el sistema de frenado. También pueden diseñarse contra flujos de detritos, tipo “debris-flow”.
Ventajas
- Instalación fácil.
- Larga durabilidad e integración al entorno natural.
- Alternativa económica a soluciones como concreto proyectado (shotcrete), alteración del perfil del talud, muros de contención en concreto y otras soluciones de mayor costo.